jueves, 14 de febrero de 2019

El experimento. 2ª parte.


Primera semana de Mayo del año 65 de la Era Ciudadana



     El lunes 1 de Mayo, las tres Comunidades de Ciudadanos de la calle de la Turuta implicadas en el proyecto experimental de reciclado, recibimos un apercibimiento del Espacio Directivo de NeoMadriz porque habían recibido numerosas denuncias de Ciudadanos que no podían transitar por una acera repleta de contenedores y debían compartir el asfalto con los vehículos. Nosotros teníamos el mismo problema, pero no lo habíamos creado nosotros. Lo peor era que uno de los denunciantes era un ciudadano de movilidad limitada que transitaba en un electrivehículo unipersonal y molestar a uno de estos individuos era buscarse la ruina. Así, la chapuza ministerial recaía en los turutenses, que de nuevo nos convertíamos en voluntarios para arreglar la incompetencia de quienes soltaron los contenedores en nuestra acera.

     La recolocación de los catorce contenedores supuso un auténtico reto, que logramos resolver gracias a un  programa que Jaim-he encontró en la WEBA. Resultaba imposible alinearlos al borde de la acera, eran demasiados y además estaba el paso de Ciudadanos, aunque no quedó más remedio que usar parte del mismo, dejando el hueco suficiente para el paso del electrivehículo unipersonal del afectado ciudadano de movilidad reducida. Aún faltaban por ubicar dos contenedores y como no podíamos dejarlos en el asfalto, los colocamos en doble fila enmarcando la exigua entrada al paso de Ciudadanos. Los vecinos de los edificios colindantes tuvieron más suerte en su recolocación al no tener un paso de Ciudadanos en su espacio de acera. Creímos tenerlo todo resuelto, pero no sabíamos lo que nos aguardaba.

     El lunes 1 de Mayo, primer día de reciclado experimental fue espantoso. Desde que volví de la laboración hasta las 24:00 estuve recibiendo visitas de los vecinos para consultarme dudas acerca del reciclado, algunos de ellos vinieron varias veces y el único que no lo hizo fue Jaim-he. ¡Tenían toda la información en sus cacharros tecnológicos y una holocopia en el portal! ¿Qué más querían? Debían ser más torpes de lo que parecían, así que durante las siguientes jornadas Jaim-he y yo nos alternamos en la zona de reciclado de 19:00 a 22:00, donde holocopia en mano, indicábamos dónde debían echar sus residuos; más de uno tuvo que volver a su casa para cambiar la bolsa.

     A partir del viernes 5, suponiendo que todo iría mejor, cambiamos el método de trabajo. Empezamos a realizar inspecciones de los contenedores para ver que todo funcionaba como exigía el Ministerio y nos sorprendió que el reciclado no estuviera funcionando como debía. No era tan difícil. Tentado estaba de acudir al pharmapsicólogo para alegar alguna dispersión mental que me relegara de toda responsabilidad.





Miércoles 10 de Mayo del año 65 de la Era Ciudadana



     Jaim-he y yo habíamos detectado demasiados errores. El contenedor del papel se llenó rápidamente porque también echaban en él los cartones, entonces pasaron a echar papel y cartón en el de cartón. Sucedió lo mismo con los plásticos y lo peor de todo fue encontrar residuos orgánicos en el contenedor del vidrio verde y metales en el del vidrio azul.

     Convocamos una reunión de vecinos a las 19:45 y nos presentamos a las 20:00 esperando encontrar a la mayoría, pero no había nadie y no pudimos empezar hasta a las 20:19. Notificamos asépticamente lo ocurrido y nadie se consideró responsable, alegaron hacerlo bien y protestaron por el exceso de bolsas y contenedores y el tiempo que perdían con el método experimental; salvo Rocabolo, Ionno y Cass-hi, que no abrieron la boca. Aseguraría que ellos eran los culpables del desastre, pero no podía probarlo.

     Asustados ante la larga temporada en Reinserción Social que nos esperaba, Jaim-he y yo decidimos espiar a nuestros vecinos para averiguar quiénes eran los que incumplían la normativa experimental. Aquella tarde colocamos en la ventana de Jaim-he una holocámara con un buen teleobjetivo, conectada por Bulutuz a mi unidad computerizada virtual.





Viernes 19 de mayo del año 65 de la Era Ciudadana



     En esa tercera semana del reciclado experimental convocamos una reunión a las 20:00 y comenzó a las 20:57. Sabían lo que estaba pasando y rehuían su responsabilidad, pero teníamos pruebas, y así se lo hicimos saber. De inmediato empezó el alboroto, todos se consideraban inocentes. Incapaz de hacerles callar, proyecté las Holopruebas. En cuanto sonó el golpe de una bolsa azul oscuro estrellándose contra un contenedor de color ocre, se hizo el silencio.

     La siguiente imagen mostraba la ventana de Kertan Rocabolo, poco después se asomaba y lanzaba una bolsa verde claro que aterrizaba sobre el contenedor morado. Habíamos tomado esa imagen cámara en mano sabiendo que casi todas las noches lanzaba una o dos bolsas entre las 23:35 y 23:45. A continuación se veía a Ionno echando una bolsa roja en el contenedor azul claro.

     —No no me di cuenta —se defendió ante las risotadas de algunos.

     —Tenía mucha prisa —argumentó Cass-hi cuando se le vio soltar bolsas de diferentes colores en el mismo contenedor.

     El momento culminante de las holopruebas  fue ver a Innophio pasar de largo toda la fila de contenedores de la Turuta nº 15 y soltar dos bolsas verde oscuro en el contenedor granate del nº 17. Las carcajadas fueron sonadas.

     ―No será tan divertido cuando tengamos que rendir cuentas al inspector.

     ―No irás a denunciarnos ―Rocabolo levantó la voz.

     ―Hemos intentado hacerlo lo mejor posible ―corearon Lol-lo y Lol-la.

     ―Es que es demasiado complicado ―intervino Cass-hi―, nos han dado unas instrucciones que no hay manera de memorizar.

     ―Apenas hay movilidad en la acera por culpa de los contenedores, así que no es de extrañar que nos equivoquemos ―dijo Ionno.

     ―Lo de antes era mucho mejor ―dijo Lol-lo.

     ―Tienes razón ―Ionno se puso en pie―. Tengo en casa un libro antiguo…

     ―¿De los de papel?

     ―Nosotros también tenemos ―dijo Lol-la―. Son muy valiosos.

     ―Hay una página dedicada a la época del pre-reciclaje, cuando nuestros ancestros tiraban todo a un mismo contenedor; pues eso no es del todo cierto, vendían el papel para darle un segundo uso, como envolver la fruta que compraban…

     ―Envolver la fruta en papel, ¡qué poco higiénico! ―dijo Torozor―. La mortalidad debía ser muy alta.

     ―No creas ―intervino Lol-la―, viví el final de esa época y la mortalidad había descendido mucho. Pese a que nos pueda parecer antihigiéncio, los alimentos envueltos en papel se podían comer perfectamente. Sigue contándonos, Ionno.

     ―Gracias. También hablaba de unos laboradores llamados chatarreros, iban con un carro tirado por un burro y recogían los electrodomésticos que ya no funcionaban. ¡Pagaban por llevárselos!

     ―Eso es maltrato animal ―Torozor volvió a la carga.

     ―Gracias a que se emplearon para tirar de los carros, los burros se salvaron de la extinción ―intervino Lol-lo.

     ―Hay algo todavía más curioso, devolvían a las shops las botellas vacías y también les pagaban por ello. ¿Podéis creerlo? Botellas usadas, que las shops recogían y devolvían a las empresas, donde eran lavadas y vueltas a usar. Supongo que era un método mucho más económico que tener que volver a fundir el vidrio.

     ―Poco higiénico me parece ―insitió Torozor―. La mortalidad tenía que ser muy alta.

     ―Pero les pagaban por reciclar, aunque no fuera obligatorio ―dijo Rocabolo.

     ―Lo sé ―intervino Jaim-he―, ahora no nos pagan y nos sancionarán severamente si no lo hacemos como ellos quieren. La Sociedad ha cambiado y también las normas.  

     ―Enfrentémonos al Ministerio quemando los contenedores ―Rocabolo levantó la voz más de lo necesario―, hagamos que reconozcan las chapuzas cometidas…

     ―¿Te suenan de algo los S.L.O.? ―le interrumpió Jaim-he―. Acabarás en Reinserción de por vida. 

     ―¿No había que presentar un informe? Propongamos el pre-reciclado ―terció Ionno.

     ―Nos tacharán de retrógrados ―intervino Lol-lo.

     ―No hace falta mencionar lo que sucedió en la Era pre-Ciudadana ―prosiguió Ionno.

     ―¿Qué os parece esta propuesta? ―intervine, sabiendo que estábamos siendo unos ingenuos―. El reciclado es una laboración y tiene que ser remunerada. No necesitamos los nuevos contenedores, el Espacio de Reciclado debería contratar personal para la fase de separación de residuos reciclables. En una fase más avanzada, podríamos llegar a lo que decía el libro de papel y crear un departamento de chatarreros que venga a recoger el vidrio, el metal, los tecnoaparatos desfasados…

     ―Creo que deberíamos redactarlo y dar el visto bueno de la Comunidad ―dijo Jaim-he―, pero habremos de demostrar que somos unos Ciudadanos ejemplares para que nos tomen en serio. Sólo es una semana más.

     ―Esforzaos ―dije―, sólo nos quedan doce días de reciclado experimental.

     Aseguraron que lo harían bien. Esperaba que fuera así, porque de otro modo, Jaim-he y yo presentaríamos las holopruebas. No queríamos ingresar en Reinserción Social junto a los saboteadores del programa experimental.





Viernes 2 de junio del año 65 de la Era Ciudadana.



     Estaba muy asustado. Nadie había reciclado después de la última reunión del día 19. Todos y cada uno de los vecinos habían cruzado la calle para reciclar en los contenedores antiguos, echando sus platibolsas en el contenedor de basura orgánica, salvo Innophio, que lo hacía en el de vidrio. No usaban nuestros contenedores para no infringir la ley, pero, ¿qué iba a decir el inspector cuando viera los cubos vacíos, sólo estaba lo que habíamos echado Jaim-he y yo; es decir, casi nada. Aún así, elaboramos un informe favorable, que decía que lo habíamos hecho muy bien. En propuestas argumentamos que sería recomendable que se rotularan contenedores y bolsas para una mejor comprensión y eficiencia, además de hacer constar que no estaba previsto el reciclado del textil.

     El inspector nos citó a las 18:00 y llegó a las 18:48, así que estábamos casi todos. Dejó la mochila sobre la mesa y sacó una tableta totalmente desfasada, de al menos hacía una década.

     ―Informes, por favor.

     ―Aquí tiene ―le entregué el memorizador, con el informe oficial volcado al programa obsoleto que pedían. Lo había redactado con un exceso de optimismo.

     Lo conectó a su tableta y comenzó a analizarlo.

     ―También tenemos una propuesta de mejora ―Jaim-he entregó un segundo memorizador con el informe de Ionno.

     El inspector lo conectó y volcó a su terminal sin dedicarle atención. Continuó con el informe oficial que habíamos tenido que responder y dedicó seis minutos a su estudio.

     ―Esto no cuadra con lo que he podido observar. Los contenedores están casi vacíos. ¿Qué ha sucedido?

     Jaim-he y yo nos miramos.

     ―Creo que tienen miedo a cometer errores. El nuevo reciclado es difícil de entender.

     ―Pues no es eso lo que dice su informe.

     ―Nos las arreglamos más o menos bien durante las tres primeras semanas ―añadió Jaim-he.

     ―Hubo algunos errores y avisamos a la comunidad de vecinos de lo que ocurriría si lo hacíamos mal. Han debido querer evitar más… errores.

     ―Seguro que tienen el reciclado acumulado en sus casas ―dijo Jaim-he.

     ―Se presentaron ustedes voluntarios para esta fase experimental.

     ―No fue exactamente así ―dijo Rocabolo―. Nos nombraron voluntarios sin consultarnos.

     ―En mis informes consta que su Comunidad se presentó voluntaria.

     ―Yo… ―me contuve. No podíamos pleitear contra la administración, sería una pérdida de tiempo y dinero ―no, nada.

     ―La Comunidad sita en la calle de la Turuta nº 15 ha boicoteado el programa experimental “Nuevas Técnicas de Aprovechamiento de Material y Reciclado” después de haberse presentado voluntaria al mismo, así que tendrá que comparecer ante una comisión de investigación el próximo lunes, 5 de junio del año 65 de la Era Ciudadana a la 9:00, en el Ministerio de Recursos, Distribución, Aprovechamiento Material y Reciclado.





Martes 6 de junio del año 65 de la Era Ciudadana



     Daba pena vernos, tan deprimidos, asustados, resignados; los turutenses de los edificios números 13, 15 y 17, todos los elegidos para ser voluntarios forzosos del Reciclado Experimental. Decían que la Justicia era lenta, pero después de echarnos una reprimenda terrible como Ciudadanos que habían vulnerado las obligaciones contraídas con el Ministerio, fuimos citados directamente en el Espacio Judicial Central para el día siguiente a las 9:00.

     ―¿Dónde están los residuos que debían reciclar? ―preguntó el Juez Adjunto.

     ―Yo no genero muchos residuos ―intervino Lol-la tras ver que nadie iba a hacerlo―, así que los acumulo hasta tener bastantes para bajarlos.

     ―¿Todos ustedes hacen lo mismo? ―preguntó el Juez Mayor.

     ―Sí, sí ―fue la respuesta general.

     ―Si envío un S.L.O. a sus respectivos domicilios ―dijo el Adjunto―, ¿podría encontrar todos esos residuos a la espera de multiplicarse para ser enviados a los contenedores? ―nadie osó abrir la boca―. Parece que ninguno de ustedes tiene coartada ante la falta de reciclado. Son culpables.

     ―¿Por qué se presentaron voluntarios? ―dijo el Juez Mayor.

     ―No lo hicimos ―intervino Rocabolo―, ninguno de nosotros lo pidió, pero nos llegó la citación y no pudimos negarnos, porque de lo contrario sufriríamos pena de Reinserción.

     ―Era voluntario, consta en los documentos del Ministerio. Es una falta muy grave, y la suya aún más.

     ―¿La mía?

     ―Al estudiar el contenido de los contenedores, dimos con unas botellas de vidrio azul que contenían huesos de aceituna. Enviadas las pruebas a analizar, coincidieron con el ADN de Kertan Rocabolo; tanto el vidrio como los huesos.

     Rocabolo se volvió marmóreo, y a Ionno le dio por reír como si se le hubiera quebrado la mente.

     ―Ferdnand y yo no hemos fallado en la labor de reciclaje ―dijo Jaim-he con un hilo de voz―, hemos cumplido escrupulosamente la ley. Tenemos pruebas grabadas.

     Nuestros vecinos se volvieron hacia nosotros con cara de pocos amigos. Rocabolo hizo un signo de degollarnos. A pesar de la amenaza, Jaim-he entregó un memorizador al juez. De inmediato sentí el odio de todos esos vecinos que se sentían traicionados, cuando los traicionados por toda la comunidad habíamos sido nosotros. Respiré en el momento en que las holopruebas fueron visionadas, la sentencia dictada y nosotros dos abandonamos la sala. Cuatro mil eurodólares fue la sanción que recibió cada uno de los que decidió no reciclar, salvo Rocabolo que la recibió de seis mil; además tendrían que asistir a un curso presencial de cien horas para aprender a reciclar correctamente, tras el cual estarían vigilados por la inspección durante el período de un año, para asegurarse que habían aprendido a reciclar y lo hacían correctamente.



Lunes 3 de julio del año 65 de la Era Ciudadana



     Acabábamos de echar los papeles para iniciar una nueva vida en el Ártico. Jaim-he y Lovelinda habían insistido, y nos inscribimos como trío sexual. Lovelinda me miraba con buenos ojos, lo cual me hacía muy feliz, lo malo es que Jaim-he no paraba de echarme la mano al hombro y al pecho. Debería haber preguntado en qué consistía exactamente lo del trío sexual antes de aceptar; de todos modos, cualquier cosa sería mejor que esperar a que nuestros vecinos salieran de Reinserción.

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