PODA SALVAJE
Salamanca
Por si no tuviéramos bastante con los
pirómanos asesinos del reino vegetal, asistimos perplejos al aumento
exponencial del maltrato vegetal en las zonas urbanas. Todavía no acabamos de
ser plenamente conscientes de que nuestra vida en esta Tierra —y no tenemos
otro planeta habitable al alcance de la mano—, depende de su existencia.
Elijamos una población cualquiera y una
calle con una hilera de frondosos árboles, y además sanos. Un mal día
escuchamos la motosierra y lo siguiente que vemos es que los árboles han
quedado reducidos a un tronco mutilado. Hay quien prefiere no entrar en
averiguaciones, y quiere creer que deben existir razones de peso para haber
cometido semejante aberración, porque sería una locura pensar que existen unos
seres insensibles capaces de cometer semejante atrocidad. Los defensores de los
jardineros que usan la motosierra esgrimen variadas opiniones:
—que
así rebrotarán con más fuerza en primavera.
—que
estaban enfermos y así sanarán.
—que
hay que eliminar cualquier rama susceptible de rasgarse y caer durante un
vendaval, podría matarnos.
Buscando en ese lugar llamado internet,
que alberga un poco de todo, podemos
encontrar el mismo tipo de opiniones, incluso entre algunos que dicen entender
el mundo vegetal; es curioso que algunos de ellos sean partidarios de esas podas
salvajes, pero a la vez vendan las motosierras en esa misma página: una opinión,
me temo, un tanto sospechosa. Casi prefiero omitir esta página u otras por el
estilo, pero voy a daros una bastante interesante de alguien que ama los
árboles.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/01/ciencia/1296577965.html
Voy a responder a las opiniones de quienes
ilusamente quieren creer que los jardineros saben hacer su trabajo.
Con la
opinión formada a lo largo de todos estos años observando la naturaleza, contrastada
con la de otros amantes de la misma, algunos de ellos también jardineros, de
los que aman y entienden su trabajo; porque muchos de ellos tan solo son
trabajadores no cualificados del ayuntamiento de turno.
Los árboles que viven en la Naturaleza y no
son podados, crecen fuertes y vigorosos; no están exentos de enfermedades, como
nosotros, y para sanarlos habrá que darles la medicina pertinente, no amputarles
los miembros.
Me pregunto si los árboles que sufren las
podas salvajes y quedan reducidos a un muñón, crecen más sanos y fuertes que
los que se libran de la acción humana.
—pues
resulta, que después de sufrir esa poda salvaje, existe una mortalidad elevada
inexistente hasta ese momento, y que no se da en los de la zona en que no han
sufrido dicha intervención salvadora.
—cuando
llega el verano, a los únicos que se ve frondosos, y vigorosos, es a los que se
han librado del atentado, los que lo han sufrido tienen cuatro ramitas con
otras tantas hojas. A lo mejor no sabemos que los árboles necesitan de sus
hojas para respirar y que en ellas realizan la función clorofílica.
—si
lo que queremos es evitar que los árboles atenten contra nosotros cuando hay un
vendaval y las ramas desgajadas nos agreden, deberíamos pensar en eliminar
tejas, cornisas, balcones, placas de fachadas; y clausurar ventanas y balcones
no sea que se arroje algún suicida y nos defuncione. ¿De verdad vivimos tan
histéricos? Entonces será mejor que no salgamos de casa.
Benicarló.
Día 30 de agosto. Los árboles deberían lucir su copa frondosa.
Esto
se repite en todos los lugares donde se efectúan las podas salvajes.
Muchos
de los ejemplares no sobreviven. No es extraño escuchar que se iban a morir e intentaban salvarlos.
¿Qué
nos lleva a cometer semejante atrocidad sobre la vegetación?
En la urbe siempre hubo podas encaminadas
a eliminar ramas que quedaban demasiado bajas sobre las zonas peatonales, y
éstas eran seccionadas cuando aún eran pequeñas y sólo era necesaria una
herramienta tan sencilla como unas tijeras de podar. Ahora, parece que nos
olvidamos de las ramas que estorban y cuando tenemos un buen árbol, de repente
nos molesta su altura, su anchura… nos molesta… ¿qué es lo que nos
molesta?
Mes
de Mayo. Laredo. Ya debería lucir una copa frondosa, pero no tiene ramas.
Me gustaría que alguno de esos jardineros
que sólo sabe manejar una motosierra cual vulgar héroe de película de terror de
serie B, nos explicara cómo habiendo dejado crecer al árbol, en un momento dado
decide que va acortarlo por la mitad. Adiós a un montón de años de crecimiento.
¿Cuestión ornamental? ¿Le gusta ver un tronco pelado? Que se compre un palillo.
A mí se me ocurre otro uso muy práctico para la motosierra: cortar el pelo al
jardinero con ella. ¡Aaaah, qué bestia! ¿Y lo que él le hace al árbol no lo es?
Puede que hayamos olvidado que los árboles son
seres vivos, como nosotros, y es una pena que cada vez queden menos
profesionales reflexivos y amantes de su trabajo, a juzgar por lo que veo a lo
largo y ancho de la geografía española.
Mes
de Septiembre. Sanabria. En la finca había varios árboles en condiciones
parecidas.